Cada uno de los dos equipos consta de un máximo
de 11 jugadores y un mínimo de 7. Durante el partido se podrán cambiar a estos
jugadores por otros, los denominados suplentes o sustitutos. Uno de los
jugadores titulares deberá ser el guardameta. Está permitido que un guardameta
y otro jugador del equipo se intercambien de posición durante el encuentro,
siempre y cuando sea durante una interrupción con el consentimiento del
árbitro.
Cada jugador deberá tener una indumentaria
básica, la cual consta de una camiseta o jersey con mangas, unos pantalones
cortos, medias, canilleras o espinilleras y un calzado adecuado. Los colores de
la indumentaria de ambos equipos y la de ambos guardametas deben ser claramente
diferenciables para la vista. Los capitanes (jugadores representantes de cada
equipo) deberán llevar alguna marca identificadora para ser llamados por el
árbitro cuando sea necesario, que generalmente es un brazalete.
El fútbol se juega con un balón o pelota de
forma esférica. Deberá ser de cuero u otro material adecuado. Su circunferencia
será de entre 68 y 70 centímetros, su masa de entre 410 y 450 gramos y su
presión de entre 0,6 y 1,1 atmósferas al nivel del mar. Los jugadores pueden
tocar y mover el balón con cualquier parte de su cuerpo excepto los brazos. El
guardameta tiene la ventaja de poder utilizar cualquier parte de su cuerpo para
esto, pero sólo dentro de su área penal.
Cada encuentro será controlado por un árbitro
principal designado por la organización de la competición en cuestión, quien
será la autoridad máxima del partido y el encargado de hacer cumplir las reglas
del juego. Todas las decisiones del árbitro son definitivas. Sólo él puede
modificar una decisión, siempre que no haya reanudado el juego o el partido
haya finalizado. Además tendrá a su disposición 2 árbitros asistentes o lineman
(hombre de línea) para ayudarlo en la toma de decisiones. Posee también un
cuarto árbitro a su disposición quien es el que lo corrobora, y además controla
a los suplentes y cuerpo técnico. El cuarto árbitro además indica las
sustituciones y el aumento del tiempo reglamentario.
Para iniciar el encuentro, uno o más jugadores
de un equipo moverán el balón hacia la portería rival desde el punto medio de
la línea media, momento donde empezará a correr el tiempo reglamentario. Esta
situación se da con el equipo contrario al comienzo de la segunda mitad.
También ocurre luego de cada gol, donde el equipo que lo recibió ejecuta el
saque.